Este municipio es uno de los más atractivos de Cantabria gracias a sus particularidades geográficas. Potes es un territorio llano rodeado de montañas donde desarrollaron sus luchas medievales las poderosas casas de los Mendoza y los Manrique. En épocas más recientes, 1836, nacía aquí el gran violinista Jesús de Monasterio.
La población de Potes, capital del pequeño municipio, está ubicada en el centro de la comarca de Liébana, donde se unen los ríos Deva y Quiviesa. Rodeada de un espectacular paisaje y situada en la confluencia de los cuatro valles de la Comarca, la villa nos descubre a cada paso su rica historia.
Aparece mencionada documentalmente desde mediados del siglo IX y desde los años finales del medievo estuvo vinculada a la Casa del Marqués de Santillana, primero, y a la del Infantado, después.
Potes es conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV.
El conjunto de barrios de la parte antigua conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones (la mayoría con blasones) ayudan al visitante a imaginar tiempos pasados repletos de historia.
Sin duda uno de los aspectos más relevantes de Potes y de toda la comarca es el gastronómico. La villa cuenta con un buen número de restaurantes de todos los estilos y categorías en los que se puede degustar gran variedad de platos. El cocido lebaniego es una de sus estrellas culinarias, a base de los garbanzos típicos de la zona (pequeños y tiernos), cecina o carne, berza y relleno.
Las carnes son también de primera calidad en Potes, ya que nos encontramos en una zona eminentemente ganadera. Gozan asimismo de merecida fama los platos de caza mayor (jabalí y corzo) y los pescados de río como las truchas y los salmones del Deva. Los quesos artesanos son otro de los bocados más exquisitos de la zona junto con los postres caseros, como los frisuelos, el arroz con leche, los canónigos y los típicos sequillos de Potes.
Mención aparte y destacada merecen los famosos licores de elaboración artesanal, el orujo (cuya fiesta se celebra segundo fin de semana de noviembre) y el tostadillo. En torno al orujo se ha llegado a consolidar una fiesta muy popular, que se celebra anualmente en el mes de octubre con el fin de promocionar un producto que se fabrica en alquitaras con la cosecha de las numerosas viñas de la zona. Este popular licor es el complemento ideal para otra de las bebidas propias de la comarca lebaniega, el té del puerto.
Todos los productos gastronómicos típicos podemos encontrarlos reunidos en el tradicional el mercado que se celebra todos los lunes en la Plaza de Potes. Se trata de un mercado de hondas raíces históricas, punto de encuentro tradicional donde los lebaniegos intercambiaban sus productos agrícolas.
El municipio celebra sus fiestas patronales por San Vicente Mártir, el 22 de enero. El 15 de agosto festeja a la Virgen de Valmayor, pero los festejos más populares y arraigados en la villa son los de la Santísima Cruz, el 14 de septiembre y los días próximos.
Nos encontramos en tierra de ganado y por tanto de ferias ganaderas. Seis son las citas fundamentales a lo largo del año para la compra y venta de animales: 11 de enero, 1 de marzo, 1 de mayo, 29 de junio (San Pedro), 16 de septiembre y 2 de noviembre (Los Santos). Ésta última destaca por ser una de las más importantes y concurridas de toda Cantabria.
Potes y su comarca ofrecen todo tipo de alternativas de ocio, tanto culturales como deportivas y naturales. Brinda al visitante todo tipo de facilidades para la práctica de actividades como el senderismo, la bicicleta de montaña, turismo ecuestre, escalada, esquí de travesía, parapente, caza, pesca, …, y otras muchas que sería demasiado extenso enumerar.